Katherin
Pinzón
Relatoría Semana Santa
Jueves 6 de abril a
domingo 16 de abril
De
manera atípica, mi Semana Santa comenzó relativamente desde el día jueves 6 de
abril pues junto con mi familia nos disponíamos a viajar con rumbo a Cali, dado
que mi hermano, quien inició curso de oficial para la Fuerza Aerea a comienzos
de este año, tenía su ceremonia de juramento de bandera. Aunque queríamos verlo
con muchas ansias, no fue sino hasta el día siguiente cuando nos encontramos en
la ceremonia que tuvo lugar en la escuela en donde ha estado viviendo durante
este tiempo, después de las dos horas tomadas por la ceremonia, finalmente
pudimos disfrutar en familia de una cena ofrecida con motivo de celebración por
los nuevos cadetes. Al finalizar la comida, mi familia y yo debimos salir rumbo
al aeropuerto y abordar el vuelo de vuelta a Bogotá.
Después
de dormir un rato ya aquí en Bogotá, fuimos a CATAM a recoger al nuevo cadete,
quien llegaría a las 11:00 de la mañana para así poder disfrutar de la Semana
Santa junto a su familia. Después de recoger a Diego, llegamos a la casa, en
donde aguardaba el arroz con pollo que tanto le gusta. Al terminar de almorzar
todos juntos, fuimos a la casa de mis abuelos y allí nos reuniríamos con el
resto de la familia. Al de compartir un rato, fuimos todos a comer pizza.
Finalmente, nos devolvimos para la casa y descansamos, pues estábamos un poco
descompensados de sueño.
El
Domingo fuimos a la casa de mi abuelo paterno y allí también compartimos con
mis tías y mis primos, quienes también estaban esperando a Diego pues no lo
veían hace más de 3 meses. Donde mis tías almorzamos y al ser domingo de ramos
fuimos a la correspondiente misa, que tuvo una duración aproximada de 2 horas.
Fue así como dimos en familia inicio a la Semana Santa, espacio que las
personas normales emplean para descansar y reflexionar, yo, por el contrario,
me dedique a estudiar micro para el parcial del día miércoles 19 de abril y
disfrutar de la compañía de mi familia.
El
lunes santo, me dedique a acompañar a mi hermano a abrir una cuenta al banco, a
la registraduría a recoger su tarjeta de identidad y a mandar arreglar su
computador, pues estaba presentando algunas fallas, allí nos demoraríamos un
poco. Después de almorzar, volvimos a la casa en donde permanecimos por el
resto de la tarde y yo me dedicaría a estudiar microeconomía para el parcial de
la semana de pascua, mientras mi mamá y mi hermano fueron a comprar unos útiles
escolares que le hacían falta a Diego en Cali aparte de unos dulces. Más tarde
llegó mi papá de trabajar y salimos a comer de nuevo.
El
martes, me levante temprano para estudiar micro, pero mis intenciones se vieron
frustradas cuando mis amigas del colegio a quienes no veía desde comienzo de
año me llamaron para ir a almorzar y compartir un rato como hace algún tiempo
no lo hacíamos. Pasado el almuerzo entramos a cine y al terminar la película
iríamos a la casa de una de ellas, a donde pediríamos otra pizza. Finalmente,
mis padres me recogerían en la casa de mi amiga y nos vendríamos a la casa con
otra amiga, a quien llevaríamos a su casa de vuelta. Finalmente, me iría a
dormir, agotando así las posibilidades de estudiar ese día para mi parcial pues
estaba muy cansada.
El
día miércoles, me levanté de nuevo muy temprano y estudié un poco más o menos
hasta las 2:00 pm, ese día mi padre salió más temprano de su trabajo, pues nos
iríamos para la finca en donde estaba mi familia materna en Turmequé, Boyacá.
Mi familia para Semana Santa, acostumbra hacer “chocolate de bola”, más
conocido como “chucula”, con arepas de harina de trigo. Cuando llegamos, todos
estaban haciendo arepas y revolviendo los ingredientes de la chucula, por ende,
nosotros llegamos también a hacer arepas y “chocolate de bola”. Finalmente,
terminamos más o menos a las 10:00 pm.
El
jueves, disfrutamos en familia de un desayuno que constaba de caldo, chucula y
arepa caliente, justo para el frio. Al terminar mi desayuno, me dispuse una vez
más a estudiar juiciosa, hasta las 3 pm que estuvo el almuerzo. Posteriormente,
fuimos a caminar para “bajar el almuerzo” y llegamos de nuevo aproximadamente a
las 6:30 pm. Al llegar me dispondría una vez más a estudiar un poco y terminar
así mi día con otra arepa y más chucula. Debido al frio, hicimos agua de panela
con queso y nos fuimos todos a dormir.
El
viernes santo, me levante tan temprano como el frio me lo permitió para seguir
estudiando microeconomía, el desayuno fue de nuevo caldo, arepa y chocolate,
pues mis abuelos creen que, si no se inicia el día con un plato de caldo,
probablemente, durante el transcurso de este, el ambiente desconozca a la
persona y como consecuencia se puede llegar a desmayar. Después de desayunar,
mi familia se fue al centro a comprar pollo para el almuerzo, pues al ser
viernes santo no se podía consumir carne roja. Posteriormente, salieron a la
procesión organizada por el cura del pueblo y allí se demoraron cerca de 2
horas, mientras que yo estudiaba.
En
la tarde, bajamos todos al centro con el fin de ir al tradicional sermón de
viernes santo, allí permanecimos más o menos 2 horas y nos encontramos con otra
tía quien nos invitaría a su casa para partirle una torta a mi prima quien
estaba cumpliendo años, cuando terminamos el ponqué, nos dispusimos a subir
otra vez a la finca para ver las películas que se suelen transmitir para esta
época del año y dormir.
El
sábado, decidimos volver a Bogotá, debido a que mi hermano se encontraría con
sus amigos y yo debía estudiar aún más. Salimos de Turmequé a las 10:15 de la
mañana para llegar a Bogotá a las 12:30, pues contrario a lo que se hubiera
supuesto, no había tanto tráfico a la entrada de la ciudad. Al llegar a la
capital, antes de entrar a la casa, fuimos a almorzar para después bajar las
maletas y alistar todas las cosas que necesitaba mi hermano para poder tomar el
vuelo el día domingo hacia Cali.
El
domingo, nos levantamos todos temprano para llevar a Diego al aeropuerto, allí
él se encontró con sus compañeros y se fueron todos a las 10:30 de la mañana en
el avión que habían mandado para recogerlos y llevarlos de nuevo a la escuela.
Consecuentemente, nosotros fuimos a almorzar y yo me devolví para la casa a
alistar todo para retomar la rutina académica y estudiar un poco, mientras mis
padres iban a visitar a mi abuelo. En cuanto ellos llegaron a la casa, salimos
a comer una vez más, fuimos a hacer mercado y comprar unas cosas para la casa.
Al finalizar el día, hablamos con Diego y nos fuimos a dormir para madrugar el
lunes de nuevo. Fue así como concluyo mi Semana Santa, en familia y comiendo
mucho como es costumbre cuando viene Diego a Bogotá.
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