domingo, 16 de abril de 2017

Katherin Pinzón

Relatoría Semana Santa

Jueves 6 de abril a domingo 16 de abril
De manera atípica, mi Semana Santa comenzó relativamente desde el día jueves 6 de abril pues junto con mi familia nos disponíamos a viajar con rumbo a Cali, dado que mi hermano, quien inició curso de oficial para la Fuerza Aerea a comienzos de este año, tenía su ceremonia de juramento de bandera. Aunque queríamos verlo con muchas ansias, no fue sino hasta el día siguiente cuando nos encontramos en la ceremonia que tuvo lugar en la escuela en donde ha estado viviendo durante este tiempo, después de las dos horas tomadas por la ceremonia, finalmente pudimos disfrutar en familia de una cena ofrecida con motivo de celebración por los nuevos cadetes. Al finalizar la comida, mi familia y yo debimos salir rumbo al aeropuerto y abordar el vuelo de vuelta a Bogotá.

Después de dormir un rato ya aquí en Bogotá, fuimos a CATAM a recoger al nuevo cadete, quien llegaría a las 11:00 de la mañana para así poder disfrutar de la Semana Santa junto a su familia. Después de recoger a Diego, llegamos a la casa, en donde aguardaba el arroz con pollo que tanto le gusta. Al terminar de almorzar todos juntos, fuimos a la casa de mis abuelos y allí nos reuniríamos con el resto de la familia. Al de compartir un rato, fuimos todos a comer pizza. Finalmente, nos devolvimos para la casa y descansamos, pues estábamos un poco descompensados de sueño.

El Domingo fuimos a la casa de mi abuelo paterno y allí también compartimos con mis tías y mis primos, quienes también estaban esperando a Diego pues no lo veían hace más de 3 meses. Donde mis tías almorzamos y al ser domingo de ramos fuimos a la correspondiente misa, que tuvo una duración aproximada de 2 horas. Fue así como dimos en familia inicio a la Semana Santa, espacio que las personas normales emplean para descansar y reflexionar, yo, por el contrario, me dedique a estudiar micro para el parcial del día miércoles 19 de abril y disfrutar de la compañía de mi familia.

El lunes santo, me dedique a acompañar a mi hermano a abrir una cuenta al banco, a la registraduría a recoger su tarjeta de identidad y a mandar arreglar su computador, pues estaba presentando algunas fallas, allí nos demoraríamos un poco. Después de almorzar, volvimos a la casa en donde permanecimos por el resto de la tarde y yo me dedicaría a estudiar microeconomía para el parcial de la semana de pascua, mientras mi mamá y mi hermano fueron a comprar unos útiles escolares que le hacían falta a Diego en Cali aparte de unos dulces. Más tarde llegó mi papá de trabajar y salimos a comer de nuevo.

El martes, me levante temprano para estudiar micro, pero mis intenciones se vieron frustradas cuando mis amigas del colegio a quienes no veía desde comienzo de año me llamaron para ir a almorzar y compartir un rato como hace algún tiempo no lo hacíamos. Pasado el almuerzo entramos a cine y al terminar la película iríamos a la casa de una de ellas, a donde pediríamos otra pizza. Finalmente, mis padres me recogerían en la casa de mi amiga y nos vendríamos a la casa con otra amiga, a quien llevaríamos a su casa de vuelta. Finalmente, me iría a dormir, agotando así las posibilidades de estudiar ese día para mi parcial pues estaba muy cansada.

El día miércoles, me levanté de nuevo muy temprano y estudié un poco más o menos hasta las 2:00 pm, ese día mi padre salió más temprano de su trabajo, pues nos iríamos para la finca en donde estaba mi familia materna en Turmequé, Boyacá. Mi familia para Semana Santa, acostumbra hacer “chocolate de bola”, más conocido como “chucula”, con arepas de harina de trigo. Cuando llegamos, todos estaban haciendo arepas y revolviendo los ingredientes de la chucula, por ende, nosotros llegamos también a hacer arepas y “chocolate de bola”. Finalmente, terminamos más o menos a las 10:00 pm.

El jueves, disfrutamos en familia de un desayuno que constaba de caldo, chucula y arepa caliente, justo para el frio. Al terminar mi desayuno, me dispuse una vez más a estudiar juiciosa, hasta las 3 pm que estuvo el almuerzo. Posteriormente, fuimos a caminar para “bajar el almuerzo” y llegamos de nuevo aproximadamente a las 6:30 pm. Al llegar me dispondría una vez más a estudiar un poco y terminar así mi día con otra arepa y más chucula. Debido al frio, hicimos agua de panela con queso y nos fuimos todos a dormir.

El viernes santo, me levante tan temprano como el frio me lo permitió para seguir estudiando microeconomía, el desayuno fue de nuevo caldo, arepa y chocolate, pues mis abuelos creen que, si no se inicia el día con un plato de caldo, probablemente, durante el transcurso de este, el ambiente desconozca a la persona y como consecuencia se puede llegar a desmayar. Después de desayunar, mi familia se fue al centro a comprar pollo para el almuerzo, pues al ser viernes santo no se podía consumir carne roja. Posteriormente, salieron a la procesión organizada por el cura del pueblo y allí se demoraron cerca de 2 horas, mientras que yo estudiaba.

En la tarde, bajamos todos al centro con el fin de ir al tradicional sermón de viernes santo, allí permanecimos más o menos 2 horas y nos encontramos con otra tía quien nos invitaría a su casa para partirle una torta a mi prima quien estaba cumpliendo años, cuando terminamos el ponqué, nos dispusimos a subir otra vez a la finca para ver las películas que se suelen transmitir para esta época del año y dormir.

El sábado, decidimos volver a Bogotá, debido a que mi hermano se encontraría con sus amigos y yo debía estudiar aún más. Salimos de Turmequé a las 10:15 de la mañana para llegar a Bogotá a las 12:30, pues contrario a lo que se hubiera supuesto, no había tanto tráfico a la entrada de la ciudad. Al llegar a la capital, antes de entrar a la casa, fuimos a almorzar para después bajar las maletas y alistar todas las cosas que necesitaba mi hermano para poder tomar el vuelo el día domingo hacia Cali.


El domingo, nos levantamos todos temprano para llevar a Diego al aeropuerto, allí él se encontró con sus compañeros y se fueron todos a las 10:30 de la mañana en el avión que habían mandado para recogerlos y llevarlos de nuevo a la escuela. Consecuentemente, nosotros fuimos a almorzar y yo me devolví para la casa a alistar todo para retomar la rutina académica y estudiar un poco, mientras mis padres iban a visitar a mi abuelo. En cuanto ellos llegaron a la casa, salimos a comer una vez más, fuimos a hacer mercado y comprar unas cosas para la casa. Al finalizar el día, hablamos con Diego y nos fuimos a dormir para madrugar el lunes de nuevo. Fue así como concluyo mi Semana Santa, en familia y comiendo mucho como es costumbre cuando viene Diego a Bogotá.  

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